26 - Cruzada de Oración número 26
Recen el Rosario para Ayudar a Salvar a su País.
Oración antes del Rosario:
Reina del
Santo Rosario, Tú que te dignaste venir a Fátima para revelar a los tres
pastorcitos los tesoros de gracia ocultos en el Rosario, infunde mi corazón con
un sincero amor a esta devoción, con el fin de que por la meditación de los
Misterios de nuestra Redención, que son recordados en él, pueda ser enriquecido
por sus frutos y obtener la paz para el mundo, la conversión de los pecadores y
de Rusia, y las gracias por las que ruego en este Rosario. (Aquí mencionar su
petición). Pido esto para la mayor Gloria
de Dios, por Tu gloria y para el bien de las almas, especialmente por la
mía. Amén.”
Bendición:
En el nombre
del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El Credo:
Creo en Dios
Padre Todopoderoso, creador del Cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María la
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y
sepultado. Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los
muertos; subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todo
poderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia
Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección
de la carne y la vida eterna. Amén.
Seleccionar los Santos Misterios según el día correspondiente:
Misterios Gozosos (lunes y sábado)
Misterios Luminosos (jueves)
Misterios Dolorosos (martes y viernes)
Misterios Gloriosos (miércoles y domingo)
Padrenuestro:
Padre Nuestro
que estás en el Cielo, santificado sea Tu Nombre; venga a nosotros Tu Reino;
hágase Tu Voluntad así en la Tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de
cada día; perdónanos nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que
nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Ave María:
Dios te salve
María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre:
Gloria al
Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Oración a Jesús pedida por Nuestra Señora (Oración
de Fátima):
Oh mi Jesús, perdona nuestros pecados; líbranos del
fuego del infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a las más
necesitadas de Tu Misericordia. Amén.
Salve:
Dios te salve
Reina y Madre, Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve a ti
clamamos los desterrados hijos de Eva; A
Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. ¡Ea, pues, Señora, Abogada nuestra! Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y
después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh
clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros Santa
Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración para después del Rosario:
Oh Dios,
cuyo Hijo Unigénito, por Su vida, muerte
y resurrección, nos ha comprado la recompensa de la vida eterna; concédenos,
te suplicamos, que, meditando sobre
estos misterios del Santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María,
podamos imitar lo que contienen y obtener lo que prometen, por el mismo
Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.”
Oración a San Miguel Arcángel:
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla. Sé
nuestro amparo contra la perversidad y
asechanzas del demonio. Reprímale Dios, te pedimos suplicantes, y tú
Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino
poder a Satanás y a los otros espíritus
malignos que andan dispersos por el
mundo para la perdición de las almas.
Amén.
Oración a San Miguel Arcángel:
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla. Sé
nuestro amparo contra la perversidad y
asechanzas del demonio. Reprímale Dios, te pedimos suplicantes, y tú
Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino
poder a Satanás y a los otros espíritus
malignos que andan dispersos por el
mundo para la perdición de las almas.
Amén.